miercuri, 14 noiembrie 2012

Două haiku-uri/Dos haikus/DOS HAI-KAI (trad. al catalán por Pere Bessó*)




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Prin ochii cei doi
se înalță tot corpul
pe culmile lumii.

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En los dos ojos
se colocan los cuerpos
encima del mundo.

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En els dos ulls
lliguen els cossos
es als cimals del món          



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Sorbi din apele
care vin din adâncuri,
sunt mai curate.

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Bebes de las aguas
de las profundidades,
son más limpias.

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Només bec de les aigües
que venen de les profunditats,
són més escurades.

*Querido Andrei: Dos haikús (o mejor hai-kai), los primeros que te traduzco y de forma personal, pues no guardan la estructura de los tres versos y apenas conozco la escansión de la métrica rumana para afirmar a ciencia cierta si se cumple o no la convención de las diecisiete sílabas en el cómputo total, pero me inclino a pensar que no. Sólo queda marcar  el zas, plaf o wit  que propicie el salto de la rana del plano real o físico al plano simbólico (en el que descansa el aparato retórico-formal, singularmente la metáfora).

El primer haikú es rico y complejo pues habría de desbrozarse la idea de comunión de los cuerpos a través del sentido (la mirada) con el símbolo irracional de la montaña, tan apreciado en San Juan de la Cruz y bien estudiado por Carlos Bousoño en su clásico ‘Teoría de la expresión poética’. Una complejidad que alcanza la analogía de los ojos – en la parte más alta del cuerpo- con las cumbres –la parte más alta de la montaña. Tal transposición o analogía tiene un ejemplo más que evidente con el tratamiento barroco del cuerpo de la amada con las partes de una catedral.

El segundo haikú, en cambio, plantea la ascensión de manera inversa. Y aseverativa, desde la primera persona. Es decir, si en el anterior haikú se daba la referencia de la tercera persona, lo que hacía asumir cierto distanciamiento y objetivización, en el segundo hay asunción plena del yo lírico. Y son más evidentes los dos planos  ya que se parte de un nexo lírico muy contextualizado desde la lírica de los pasajes sacros: el agua que calma la sed. Y el agua más limpia, depurada, sana llega de las profundidades. Y, para ser osado, y enlazando ambos textos, desde el fondo de la ‘Montaña’.

Ya sólo quedaría explicitar los contenidos interiores, más próximos al tema de la fe, pero eso excedería con mucho esta reflexión ensoñadora de tus dos poemas-centella.    

Un comentariu :

  1. Has hecho trampa, jejeje, Andrei. Cuando yo escribo la nota no habías usado tres versos, sino tan solo de dos, así que el principio de mi comentario respecto del no cumplimiento de la composición en tres versos ahora debería desparecer. Un abrazo. Pere.

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