Epilog
Picioarele tale nu mai au cum să meargă,
mâinile tale nu mai au cum să mângâie,
e un fel de respirație fără de plămâni,
o încrucișare de sabii deasupra capului,
pe care tu nu le vezi și nici nu le auzi
cum scapără scântei către apus.
Trupul tău, îngropat doar pe jumătate,
amintește de o pasăre rămasă să înnopteze
pe un ram de răchită, ascunzându-și căpșorul
în peniș, așteptând ziua, zorii să-i vadă,
iar noaptea e lungă și nu-i nici o rugă
care să răzbată printre ramuri...
*Me has recordado, querido Andrei, una vieja y deleitosa canción de Leonard Cohen en la que el poeta se siente como pájaro en el alambre (like a bird on the wire, canta -mejor susurra- la balada). En ella pide perdón en el caso de haber sido descortés o falso, pero esgrime una razón: la de haber intentado toda su vida ser libre.
Tú, Andrei, por tu parte, recapitulas y usando la estrategia de interiorización a través de las dos estrofas vuelves al símil de un pájaro innominado que pasa la noche entre las ramas de un sauce a la espera de la llegada de las primeras luces del día tras el romper del alba. Sin embargo, hay tristeza si no melancolía, descreimiento y aceptación de la noche sin tránsito, el final del poeta con su cuerpo semienterrado en vida o como él mismo –tú- afirmas en el final o epílogo de la existencia: un cuerpo cuyos pies ya no andan ni las manos acarician. Un poema cuya simetría estrófica mantiene la tensión poética no sólo por la interrelación de ambos planos (paisaje simbólico: pájaro del sauce o mimbre/el yo poemático desdoblado en la segunda persona lírica), sino también por un básico principio de economía de lenguaje en donde ubicar referencialmente la decadencia del cuerpo (pies, manos, pulmones) en relación a la realidad más sensible (vista y oído)…
Como quiera que lo has publicado sólo en rumano, aprovecho y te lo devuelvo traducido a sendas lenguas, catalán y castellano.
Un abrazo.
Pere.
Epílog
Els teus peus ja no saben com caminar,
ni les teues mans com acaronar,
és semblant a la respiració sense pulmons,
un encreuament de sabres damunt del cap,
que tu no veus ni sents
com guspireja al capvespre.
El teu cos, soterrat només a mitges,
recorda un ocell que es queda a passar la nit
en una branca de salze, amagant-se el cap
al plomatge, esperant el dia, per a veure els trencs d’alba,
però la nit és llarga i no hi ha cap pregària
que puga obrir-se camí entre les branques…
Epílogo
Tus pies ya no saben cómo caminar,
ni cómo acariciar tus manos,
es igual que la respiración sin pulmones,
un cruce de sables encima de la cabeza,
que tú no ves ni oyes
cómo hace chispas a la puesta de sol.
Tu cuerpo, enterrado a medias,
evoca al pájaro que se queda a pasar la noche
en una rama de sauce, escondiendo la cabeza
en el plumaje, esperando el día, para ver su amanecer,
pero la noche es larga y no hay ninguna plegaria
que pueda abrirse paso entre las ramas…
Deși mult prea tardiv, dar ca și cu alte atâtea ocazii, mulțam, Pere, pentru frumosul gest de a traduce și a comenta poemele mele...
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