Învelit într-un scutec stă sugaciul la piept,
chipu-i parcă hipnotizat caută lichidul călduț,
ca să-l soarbă din sânul femeii lehuze.
E teribil să te iei de el, să-l sustragi cumva
de la treabă: se smulge de la sânul mamei sale
și declanșează alarma ca și când l-ar strânge scutecul.
Laptele țășnește atunci, ajunge tocmai pe pod, de unde
prinde să picure rapid din minusculele mamiloane,
împrăștiate peste tot pentru a căuta gura pruncului.
La nueva madre
Envuelto en un pañal, el nene está pegado al pecho.
Su rostro hipnotizado busca el líquido calentito
y se lo traga desde el seno de la nueva madre.
Es cosa terrible tocarlo, sustraerlo de alguna manera
de su tarea: se aleja del pecho de su madre
y arranca la alarma como si le molestase su pañal.
La leche sale entonces, llega hasta al techo, de donde
empieza rápido a gotear desde los minúsculos pezones,
dispersados alrededor para buscar la boca del bebé.
La dona alletant
Amb bolcalls és el mamaire a la sina.
És terrible prendre’l, substraure’l d’alguna manera
La dona alletant
Amb bolcalls és el mamaire a la sina.
La seua cara hipnotitzada busca el líquid cald
i l’engoleix del pit de la dona que acaba de parir.
És terrible prendre’l, substraure’l d’alguna manera
de la tasca: s’apartarà de la mamella de sa mare
i deslliurarà l’alarma com si li premera el bolcall.
Llavors la llet brollarà, aplegarà fins i tot al sostre, d’on
Llavors la llet brollarà, aplegarà fins i tot al sostre, d’on
aviat mamprendrà a gotejar des de les mamil·les minúscules,
esparses pertot buscant la boca de la criatura.
*
Me ha encantado el poema Lehuza por su dosis de ternura y, a la vez, de humor. Basta con imaginar al mamoncete lloriqueando porque se le ha distraído de su primordial función, mientras los pechos de la madre sueltan incontinentes chorros de leche tibia que llegan al techo y los pezones buscan, aterrados, por toda la habitación la boca del bebé. Sin duda alguna tal hipérbole animada es altamente expresiva y consigue una sonrisa blanca.
Pere
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Me ha encantado el poema Lehuza por su dosis de ternura y, a la vez, de humor. Basta con imaginar al mamoncete lloriqueando porque se le ha distraído de su primordial función, mientras los pechos de la madre sueltan incontinentes chorros de leche tibia que llegan al techo y los pezones buscan, aterrados, por toda la habitación la boca del bebé. Sin duda alguna tal hipérbole animada es altamente expresiva y consigue una sonrisa blanca.
Pere
Momento sublime el de amamantar al hijo. Recuerdo sorprendida con mi primogénito, que la leche sale como de una regadera, y baña la cara del bebé cuando se interrumpe "por algo" ese momento. Andrei desde su decir, me hace recordar el mito maravilloso de la creación de la Vía Láctea. El instante en que Hera (estaba dormida), violentamente retira al niño (Heracles, Alcides o Hércules)de su seno cuando se da cuenta de que no es su hijo(su leche vuelve inmortales a sus hijos). Lo había colocado en su seno Zeus (hijo de su infidelidad con Alcmena, mujer mortal y esposa de Anfitrión)y la leche se desparrama por el cielo y se vuelve estrellas.
RăspundețiȘtergereMe inclino ante la sensibilidad de Andrei que nos ofrece un momento glorioso de manera nítida con todas las connotaciones que conlleva, el que alcanza la grandeza a través de sus palabras.
muy hermoso, me conmueve más ahora que soy abuela y veo lactar a mi hija a nuestra Lolita, besos y gracias
RăspundețiȘtergere