Ai hotărât să nu ratezi nimic.
Mergi uneori şi în genunchi
pentru ca să ajungi undeva, alături
de stolurile de piatră ale trecutului.
E un simplu joc, îţi zici,
ca mai apoi să curtezi o domnişoară,
cea mai frumoasă din gara de trenuri.
Îţi rezervi dreptul să nu mai fumezi.
Mimezi deşteptarea. Refuzi azilul de bătrâni
în favoarea unui vârf de munte.
Pe crestele muntelui acel cresc alţi munţi.
De acolo se vede Edenul.
Acolo se opresc toţi acei
care se îndreaptă către Apus.
Oeste
Decidiste no fallar algo más.
Alguna vez andas de rodillas
para llegar a un lugar incierto, al lado
de las bandejas petrificadas del pasado.
Es sólo un juego. te estás diciendo,
para empezar luego a perseguir a la señorita
que más te ha gustado de la estación de trenes.
Te has reservado el derecho de no fumar.
Imitas el despertar. Rechazas el asilo de ancianos
a favor del pico de una montaña.
Por encima de ella crecen otras montañas.
Desde allá se ve el Edén.
Allá se detienen todos aquellos
que van hacia el Oeste.
Decidiste no fallar algo más.
Alguna vez andas de rodillas
para llegar a un lugar incierto, al lado
de las bandejas petrificadas del pasado.
Es sólo un juego. te estás diciendo,
para empezar luego a perseguir a la señorita
que más te ha gustado de la estación de trenes.
Te has reservado el derecho de no fumar.
Imitas el despertar. Rechazas el asilo de ancianos
a favor del pico de una montaña.
Por encima de ella crecen otras montañas.
Desde allá se ve el Edén.
Allá se detienen todos aquellos
que van hacia el Oeste.
Ocàs
De vegades marxes a genollons
per a arribar a algun lloc, al costat
de les taules de pedra del passat.
És un simple joc, ets dius,
com tot seguit cortejar la senyoreta
que t’ha semblat la més bonica de l’estació de tren.
Fas la reserva del vagó lliure de fums.
Fas que despertes.
Refuses l’asil d’ancians
en favor d’una cima de muntanya.
Damunt de la cresta d’aquella muntanya
creixen d'altres muntanyes.
Des d’allà es veu l’Edén.
Allà es detenen tots
els que s’adrecen a l’ocàs.
De vegades marxes a genollons
per a arribar a algun lloc, al costat
de les taules de pedra del passat.
És un simple joc, ets dius,
com tot seguit cortejar la senyoreta
que t’ha semblat la més bonica de l’estació de tren.
Fas la reserva del vagó lliure de fums.
Fas que despertes.
Refuses l’asil d’ancians
en favor d’una cima de muntanya.
Damunt de la cresta d’aquella muntanya
creixen d'altres muntanyes.
Des d’allà es veu l’Edén.
Allà es detenen tots
els que s’adrecen a l’ocàs.
*Tu poema, Andrei, altamente simbólico es un paseo por el amor y la muerte. Recoge la secuencia fílmica de la muerte como la última estación de tren, a la vez que la vieja tradición literaria de la vida como duración del día. Un viaje al Oeste; es decir, a la puesta de sol, al ocaso, que tú aderezas con la referencia del retorno al Edén, el paraíso del que nunca debimos salir.
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